viernes, 29 de abril de 2011

las horas que vendrán.

San Sebastián. Abril'11
(si clicais en la X en etiquetas, están las primeras partes)
Después del baile. Hubo tres llamadas más. A casa, al móvil. Tu voz en el contestador de voz. Mensajes en él, como en las películas. 
Un día en lugar de tu voz, estaba esa canción que te cantaba mientras bailábamos en la fiesta. 
No me imaginaba, que tú, el chico de la camisa de cuadros me invitase a un baile, en aquella fiesta, repleta de enemigos conocidos. No me imaginaba que en medio de todo el gentío, tu mirada se cruzara con la mía, ni que cogieses el micro y gritaras que querías conocerme. Eso fue lo más mágico de toda la noche. Y que me preguntaras que quería hacer. Y susurrarme bajito, que querías escaparte conmigo a cualquier lugar, a otra parte. Y que si eso no podía ser, que si había venido acompañada, que te conformabas con sacarme a bailar. 
El día dos, me dijiste tu nombre. Y me invitaste a un batido de frutas. Nos sonreímos durante más de media tarde. Eramos dos desconocidos felices. Al llegar a casa, la canción en el contestador. Y una sonrisa de oreja a oreja. Próxima cita: en la estación de trenes. Destino: cualquiera. 
Recuerdo que te dije, que tenía muchas ganas de escapar. De perderme. Que sólo me faltaba un compañero de viaje, que siempre le había tenido miedo a eso de hacerlo sola. Tú, me cogiste de la mano y dijiste: vamos a derribar los recuerdos, vamos a cambiar de dirección, vamos a encender la luz. 

viernes, 15 de abril de 2011

la luz se desmayó...

Primera parte
Nos besamos. Lo sabes. No voy a decir "esto no tenía que pasar", porque no sé que se suponía que tenía que pasar. Contigo no lo he tenido nunca tan claro. Tu querías, lo sé. Dices que fui yo quién te buscó. Pero tu decidiste quedarte. Tal vez, yo quería que me abrazaras delante, pero antes (de anoche) éramos como amigos no?No sé, porque abrazar más de ocho minutos tiene que llevar connotación de que quieres algo más. Tal vez si, tal vez no. Reconozco que el alcohol nos vuelve débiles, pero no inconscientes. No a mi. No ayer. Cuando el juego no da para más. Dices que te vas y no sabíamos como convencerte. Quizá el error fue mío al pedirte que te quedaras. Pero ahora no me arrepiento. Sólo fueron unos besos no? Recuerdo que te pregunté qué cómo sabías que no soy la mujer de tu vida, cómo se siente eso, cómo puedes decirle a alguien me gustas, pero no eres la mujer de mi vida. No es más que una excusa para decir, lo siento, pero ahora no. Ahora no es el momento. ¿Cuándo es el momento? Ahora si y ahora no. ¿por qué se inventó esta frase tan poco ingeniosa; "ahora no es el momento"? La odio. Creo que tendré que buscarme una yo. Si pienso que no es el momento, es porque realmente esa persona no me dice nada. No me atrae en ningún sentido. No despierta en mi, nada más que tal vez una amistad. Y luego dices, que depende de mi. De mi? Si dependiera de mi hubiese dicho "quiero que sea este momento" y me hubieras besado con más ganas. Y si es cosa de dos. Pero yo sólo quiero subirme a un tren y no tener que bajarme. O no tener que pedir disculpas por querer lo que quiero hacer. O no tener que pensar: "¿habré hecho bien"? Esto me recuerda a aquella película ¿en qué piensan los hombres? (mal traducida, como siempre). Yo quiero quedarme. Quiero el mensaje de después. El "quiero abrazarte" y el no ¿Estás segura?. ¿Estás Tú seguro?. Quiero que me cojas de la cara, me mires a los ojos y digas: Yo me pierdo aquí.

Felicidades D!

lunes, 11 de abril de 2011

Valiente*

Seu Vella. Lleida
Fuimos como dos niños buscando su destino. Yo me acordaba de ti, el día menos pensado. A veces, me venían imagenes de cuando éramos pequeños e inocentes. De cuando jugábamos a no crecer. A que siempre seríamos invencibles. Los años pasaron y cambiamos de ciudades. Emigramos. Ahora más de diez años después, me encuentro surcando esos mismos mares. Encontrándote por todas las aceras de la ciudad, de aquella que un día nos unió. 
Nunca te pregunté que había pasado en tu vida antes de que volviéramos a encontrarnos. Antes de que tu corazón se parara en mi. No sabía si antes te habían acariciado tanto como para perder el norte y si los susurros habían dejado huella en tu piel. Si otras manos habían penetrado en tu corazón. No quise saber si sus cabellos eran como cuando el sol se pone sobre el horizonte. No me interesaba saber hasta dónde habías llegado por amor. O donde los raíles de tu cuerpo habían hecho parada, antes que en mi. Si era la segunda o tercera vez que me querías de verdad. Debajo de la enormidad del cielo, transparente, azul. 
De si alguna vez, habías pensando en mi de otra forma. De si te seguías acordando, del día que descubrimos que al tocarme mi piel se erizaba de placer. O del día que me caí de la bici y me diste un beso de esos que no se olvidan. De la bandera que dibujamos y dejamos ir como un cometa, pidiendo deseos. Del vestido de rayas que llevaba aquel día en la playa, que soplaba el viento y tu me cogías por la cintura y yo sonreía alegremente. 
Y de cómo me miras ahora. Después de más de diez años, sin tocarnos. 
Y de cómo nos subimos al coche. 

Fede siempre decía que los amigos de verdad, los que haces de pequeño, no se van nunca. Y si en algún momento se van, siempre terminan volviendo. Él ha vuelto, pero nada volverá a ser como antes. Nunca más volveremos a ser pequeños felices.


[edito]: http://postcardsfromparisarecoming.blogspot.com/ gran iniciativa! el texto del 12 abril es mío. Si os gusta París y escribir, sólo tenéis que participar en esta idea! Para apuntaros, tenéis que ir a la página.